La ausencia de Jorge Ibáñez se hace presente cada vez que sus familiares y amigos se juntan para continuar rindiéndole tributo a su inmensa obra, no sólo en los pensamientos y sentimientos, sino también de formas mucho más místicas. El martes por la noche, luego del emocionante desfile póstumo por la colección que el artista había preparado con meses de antelación, la modelo Evelyn Scheidl cenó en la Recova y compartió una experiencia espiritual cuando la hija de Lucía Galán detectó la silueta de Jorge en una de las fotos que había tomado con su celular.
En diálogo exclusivo con Ciudad.com, en un principio Evelyn suspiró: "Qué tema delicado... Son asuntos con los que algunas personas se conectan y otras no. Uno que pasó por situaciones límite en la vida, tiene otra percepción. Yo la tengo. Igual, esto no tiene nada que ver conmigo". Así, confiada, contó detalles del misterioso evento que Marina Calabró había adelantado en Infama.
-¿Cómo fue todo?
-Yo saqué una serie de fotos en el desfile. Entonces, en un momento dado nos fuimos a comer todos, y sacamos una foto general de nosotras. Ahí fue que la hija de Lucía Galán empezó a mirar las fotos desde mi celular y se las reenvió a la mamá. Hasta que, en una de las 10 fotos que saqué del desfile, aparece la cara de Jorge.
-¿Cómo era la imagen?
-Estaba la cara de Jorge. Como superpuesta sobre el público que estaba aplaudiendo y mirando bien de frente a la cámara. Esa foto la vieron un montón de personas. Las 7 que estábamos en la mesa, y los de la mesa de al lado que eran otros 15. Entre ellos estaban Flor de la Ve, Catherine Fulop, Daniel Gómez Rinaldi, Fabián Medina Flores, Adriana Costantini, Ingrid Grudke, éramos un grupo grande.
-¿Qué hicieron después?
-Se mostró la foto por todos lados, la vieron todos. Entonces, Fabián me pidió que le mande la foto, pero como no tenía su número de teléfono en ese momento, empiezo a subir las fotos por Twitter. Y le aclaro “es ésta” en el mensaje con la imagen, para que sepa. Pero la foto no subió. Se la vuelvo a subir, pero no carga. Intento por tercera vez, y nada. Esta mañana me llamaron de Infama, pero les dije que de ninguna manera iba a ir al piso a hablar porque no me gusta… Es algo muy personal. Entonces me pidieron que les envíe la foto. Y cuando la voy a buscar en mi celular, esa foto ya no estaba en la memoria, desapareció.
-¿Alguien tiene la foto original?
-La imagen siempre la vieron desde mi teléfono celular y la foto desapareció de mi aparato. Yo se la mandé a Lucía Galán, ella sí tiene la foto, pero no está la imagen de Jorge… Es decir, la foto está, pero sin Jorge Ibáñez, como si fuera una más del desfile… Desapareció por arte de magia o lo que fuera, pero desapareció.
-De todas formas, unas 20 personas más vieron esa imagen, no sólo vos…
-Claro. Cuento esto justamente porque no lo vi yo sola. Es que además pasan cosas muy fuertes. Así como te digo que Jorge inconscientemente sabía que se iba a morir. Mi marido, inconscientemente, también sabía que se iba a morir (N de la R: el empresario Fernando Diez falleció de un infarto en mayo de 2010). A veces las cartas están echadas. Jorge en el último tiempo nos dio un premio, que fue su desfile de consagración absoluta. Y que un chico de 38 años no se vaya de vacaciones y se quede a preparar 135 vestidos en tres meses, y los deje listos cuatro meses antes de presentar su colección; que ponga 12 vestidos celestes, que nunca había puesto ese color; que cambie la vidriera la noche anterior de su fallecimiento; que recorra el local con su mamá… Es muy fuerte. Pero las captan personas muy sensibles. Cada uno ve y escucha lo que quiere. No todos perciben lo mismo, para mí son temas demasiado delicados.