¿Qué puede pasar si se junta en un mismo escenario a Bruno Mars, el nuevo exponente del pop, y una de las bandas más importantes del rock como los Red Hot Chili Peppers? Un show explosivo.
Y eso es lo que se vivió el domingo último en el estadio MetLife de East Rutherford, Nueva Jersey, en el entretiempo del Superbowl 2014, la gran cita anual del fútbol americano.
El estadio quedó a oscuras y un coro de 12 niños preparó el ambiente para la impresionante actuación del hawaiano de 28 años, de origen filipino-puertorriqueño y que fue nombrado “Artista del año 2013” por la prestigiosa revista Billboard.
Mars, con su estilo especial, pero que es imposible no asemejar a Michael Jackson, Elvis Presley y a James Brown, comenzó su actuación sentado y tocando en la batería su exitosa canción Locked Out of Heaven, cuyo video oficial tiene nada menos que 231 millones de reproducciones en Youtube. Luego siguió con su repertorio hasta que en un momento irrumpió en el escenario los Red Hot Chili Peppers.
Mientras que en el estadio había alrededor de 80 mil personas, se estima que por televisión lo vieron más de 100 millones de espectadores.