Por primera vez Jorge Rial (51) abrió las puertas de su casa, junto a Loly Antoniale (25), su novia, y sus hijas Rocío (14) y Morena (13).
El conductor mostró su espectacular piso del barrio de Bajo Belgrano, mientras desayunaba en familia, y se fotografió en el amplio living, la gran cocina comedor, el playroom y el resto de las comodidades del departamento, en una producción de tapa para la revista Gente.
Con el espectacular departamento del Bajo Belgrano de fondo, Rial posó junto a sus hijas y Loly. La gran cocina, con las paredes rojas y una enorme mesa. También se puede ver a la familia entera en uno de los sillones de cuero negro del living, decorado con cuadros de Milo Lockett. El conductor también se mostró en el playroom, espacio en el que disfruta de sus habanos.
Rial, además, contó un poco más de su vida familiar: "De muchas cosas que pasaban en mi propia casa (N de la R: el conductor vivía junto a sus hijas y a Silvia D'Auro, su ex mujer, en Tigre) empecé a darme cuenta después, cuando comenzaron las vacaciones y las nenas vinieron conmigo. Luego, no venían sólo los días que correspondían, sino más veces por semana. Y más tarde, todos los días, con alguna excusa. Me daba cuenta de que en esta, mi nueva casa, empezaron a aparecer zapatillas, remeras, vestidos: estaban armando algo. Cuando volvimos de las vacaciones de Aruba, surgió el pedido de venirse a vivir conmigo. Yo tenía muchas ganas".
Con el espectacular departamento del Bajo Belgrano de fondo, Rial posó junto a sus hijas y Loly. La gran cocina, con las paredes rojas y una enorme mesa. También se puede ver a la familia entera en uno de los sillones de cuero negro del living, decorado con cuadros de Milo Lockett. El conductor también se mostró en el playroom, espacio en el que disfruta de sus habanos. El piso, aunque luce impecable, será redecorado por Antoniale: "Mariana se va a encargar. Hasta ahora fue como una casa de campaña. Quiero mucho este hogar, donde me refugié para pasar un muy mal momento".
El conductor detalló: "En el medio pasaron un montón de cosas que no vale la pena contar... Yo te explico la parte final, edulcorada y linda. Porque creo que eso tiene que quedar entre nosotros... Fue un aprendizaje, una manera de crecer por parte de ellas muy fuerte. Fue duro, muy de golpe. Por respeto al dolor que alguna vez sintieron, te cuento esta versión alivianada, aunque no es la real (...). Antes, mis hijas cerraban los ojos esperando cualquier cosa. Hoy cerramos los ojos para soñar un viaje".
"Mariana se va a encargar de redecorar el departamento. Hasta ahora fue como una casa de campaña. Quiero mucho este hogar, donde me refugié para pasar un muy mal momento".
Rial también reconoció: "Creo que ahora aprendí a ser un buen padre. No sé si lo fui antes... Y me lo reprocho. Debí haber estado un poco más, exigido un poco más. Yo dejaba actuar a mi ex". Y hablando de Silvia D'Auro, confesó: "La verdad es que en los últimos tiempos ni compartíamos cama, cada uno hacía su vida".
"¿En qué tono me dijo mi ex que me fuera de la casa que compartíamos? En tono alto, en medio de una discusión, que no me acuerdo ni por qué empezó. Recuerdo que la decisión la tomé una noche en Nueva York... Nevaba, y de golpe todas las voces de alrededor desaparecieron. Sentí mi voz que me decía: '¿Qué hacés acá? ¡Andate!'. Nunca había nevado en octubre. Fue un día histórico para la ciudad y para mí, como una película. Estábamos con las nenas... Volvimos y me fui. Mi vida cambió. Antes no podía expresar sentimientos... Hasta con las nenas me pasaba. Lo único que me hacía volver a mi casa en los peores momentos eran mis hijas", agregó el conductor.
"Atrás quedó la época en que me sentaba solo en el balcón y pensaba fumando un habano. Mariana fue un ángel, que puso la cuota de amor que faltaba. La amo más allá de esta vida", cerró Jorge Rial desde su nueva casa familiar. Desde su nueva vida.