“Apenas me considero un actor”, confesó Daniel Hendler en diálogo con Ciudad.com durante una charla exclusiva en un contexto muy especial: acababa de ganar el Martín Fierro como Mejor Actor Protagónico por Graduados y de celebrar junto al elenco el galardón de Oro.
"Un buen director de cine hace actuar bien a cualquiera. Lo de la tele me pareció un poquito más difícil y el teatro también".
La humildad parece ser un sello personal del uruguayo. Estrenó Traición, de Harold Pinter, en el teatro El Picadero y está en cartel su último film Vino para robar, que protagoniza junto a Valeria Bertuccelli. Hendler tiene una prolífica trayectoria en la pantalla grande, y a pesar del reconocimiento recibido por Aptra, mantiene cierta distancia y relativiza el valor de los premios, de cualquier premio.
“Los premios son tan efímeros como los éxitos. Lo que perdura es la cuestión humana y los vínculos”, reflexionó durante la entrevista en el Teatro Colón.
-Ganaste como actor y el Martin Fierro de Oro por Graduados. ¿Cómo te sentiste?
-Me sentí bien y nervioso. Bien porque además de encontrarme con muchos que nos costaba juntarnos por cuestiones personales y esto nos juntó y fue divino verlos.
"Cuando se da que en un elenco uno se destaca mucho del otro hay que empezar a sospechar, porque quiere decir que algo ahí no está bien actuado."
-Sos un actor que viene del cine y acabás de ser reconocido por tu labor en televisión. ¿Te cambia en algo tu carrera?
-No me considero un actor de cine en realidad, apenas me considero un actor, y en realidad de cine somos todos, porque es más fácil. Cuando hay un buen director, hace actuar bien a cualquiera. Lo de la tele me pareció un poquito más difícil y el teatro también, así que me considero un actor que se va moviendo y el año pasado nos salió bien la cosa con Graduados.
-Entre los nominados estaba Luciano Cáceres, compañero de la tira. ¿Cómo lo vivís?
-Por supuesto que no sólo lo comparto con él a nivel afectuoso sino que de verdad es un trabajo donde si los compañeros no hubiesen jugado todos el mismo juego, nadie podría haber actuado. Cuando se da que en un elenco uno se destaca mucho del otro hay que empezar a sospechar, porque quiere decir que algo ahí no está bien actuado. Cuando está bien actuada la cosa es cuando todos están jugando el mismo juego, donde uno no está diciendo este está mejor o peor.