"Este problema lo tenía desde que era chiquito, de toda la vida". Con estas palabras, Alejandro Iglesias (29) resume la dura historia que vivió antes de lograr lo más anhelado: la operación de reasignación de sexo.
Tiempo atrás, el ex Gran Hermano 2011 logró hacer su DNI masculino, y ahora fue por más: se acaba de hacer la segunda operación de cambio de sexo, para lo cual se puso una prótesis testicular.
En diálogo con Ciudad.com, Alejandro contó cómo fue la cirugía, de qué trabaja actualmente, y cómo repercutió este cambio en su vida.
-El año pasado comentabas que no tenías la plata para comprar la prótesis, ¿cómo hiciste para conseguirla?
-En febrero de 2010 obtuve la autorización (antes de que saliera la Ley de Igualdad de Género) para hacer la cirugía de cambio de sexo. Después en Gran Hermano hice visible el tema, que me ayudó muchísimo. Así que viajé a congresos y charlas sobre el tema, conocí gente de distintas provincias y en una de ellas, conocí a una chica que me contactó con una señora que trabaja en Presidencia de la Nación, en el área de Desarrollo Social, para que me ayudara a conseguir la prótesis, desde el ministerio de Salud de la Provincia. Ella estaba detrás de cualquier movimiento y siguió mi expediente. Yo también me moví muchísimo.
-¿Cómo siguió el trámite?
-Después me puse en contacto con la ministra de Economía de Buenos Aires, Silvina Batakis, y ella destrabó mi expediente a través de Daniel Scioli. Mi expediente para el financiamiento estaba aprobado, pero no se hacía el depósito.
-¿Cuánto salía la prótesis?
-Eran 67.000 pesos, porque la operación es gratuita y la hice en el hospital Gutiérrez de La Plata, que es público.
"Desde que me desperté de la operación de cambio de sexo, duermo con una sonrisa en la cara. Este problema lo tenía desde que era chiquito, de toda la vida".
-¿Cómo es el implante?
-Es una prótesis de 3 componentes: por un lado los testículos; y por el otro, 2 tubitos que simulan los tubos cavernosos, para la erección. En la tercera operación se van a colocar esos 2 tubitos para esa funcionalidad. El pene ya está formado en este paso.
-¿Seguís con el tratamiento hormonal de testosterona?
-Sí, eso es de por vida. Me pongo una inyección cada tres meses. Ya no tengo hormonas femeninas porque me saqué los órganos femeninos.
-¿En diciembre del año pasado contaste que no tenías trabajo y que la estabas pasando mal. ¿De qué estás trabajando ahora?
-Estoy trabajando con Alex Freyre, que fue parte del primer matrimonio homosexual del país. El tenía una idea de inclusión laboral para personas trans e hicimos una cooperativa de chicas transexuales para sacarlas de la prostitución. Así que estoy en su Fundación, Buenos Aires SIDA, que impulsa políticas de inclusión laboral en toda la provincia.
-¿Cómo vivís este momento?
-Duermo con una sonrisa en la cara. Me desperté el viernes de la anestesia y esa misma noche dormía y sonreía solo, porque ya está. Estoy feliz de la vida, súper contento. Este problema lo tenía desde que era chiquito, de toda la vida.