Mientras en Telefe anuncian las repeticiones de Rebelde Way, lejos de la Capital, una de sus protagonistas tiene una vida totalmente distinta y una mirada crítica de ese mundo artístico.
Es Camila Bordonaba, que en 2009 fue a Bahía Blanca y nunca más volvió. En una entrevista con la radio La Brújula de esa ciudad, la ex actriz contó cómo fue esa elección de vida. Ahora vive en un centro cultural con decenas de artistas locales, tiene una huerta y trabaja en la barra de ese espacio artístico.
“Llegué a Bahía en 2009 para participar de un festival en El Peladero invitada por Patricia (Galassi, propietaria del lugar). Organizamos el festival juntas y no me fui más de acá. Vendí el auto, mi parte del espacio teatral que tenía en Buenos Aires y con la plata compramos a Teodoro, un camión 608 con el que viajamos hasta Salta con la idea de conectar espacios artísticos independientes.", expresó Camila, de 28 años.
“Hay gente que me cruza en la calle, me pide una foto. Y eso a mí no me llena, yo no quiero ser parte de eso, de esa imagen, de esa forma de comunicarse con la gente”, reflexionó después.
Consultada sobre cuándo le hizo el click para este cambio de vida, Camila expresó: “Desde que empecé a trabajar lo sentí. Mi viejo es almacenero, mi mamá podóloga. Siempre tuve a ellos de reflejo. Me harté de eso cuando empecé a laburar en televisión y más cuando tuve conciencia de lo que estaba comunicando” .
Además, le preguntaron respecto a la vida de Luisana Lopilato, una antítesis de ella ya que está en el “estrellato absoluto”, como mencionó el periodista. Pero ella retrucó. “Es que yo me siento en el estrellato absoluto, me siento plena y feliz. No añoro otra cosa. Luisana siempre apuntaba a ser famosa”.