"Esa mañana no la revivo, no la pienso, no la analizo. No sé si me genera angustia... Es sólo un día más, ya lo enterré. Estaba en Buenos Aires, en el colegio, y me enteré por un llamado telefónico".
El 5 de marzo de 1988 es una fecha que quedó marcada en la historia argentina. Esa mañana, Alberto Olmedo falleció trágicamente a los 54 años, tras caer del balcón de un piso 11 del edificio Maral 39, de Mar del Plata. Su sorpresiva desaparición sumió al país en una infinita tristeza. A 25 años de su pérdida, el público aún sonríe con cariño al evocar su recuerdo.
Sabrina Olmedo, la única hija mujer del actor (Olmedo además fue papá de cinco varones), se entregó a una entrevista íntima con Ciudad.com en la que recordó a su padre y habló de la trágica mañana en la que "El Negro" dejó de ser el cómico del pueblo para convertirse en mito.
-A pesar del paso del tiempo, ¿esta fecha te sigue marcando?
-Esta fecha en especial, no. Tantos años que viví afuera en Miami, la pasaba por alto. No es algo que me guste recordarlo demasiado, así que trato de pasar un día normal. Pero como obviamente los medios y la gente lo sigue recordando, y es un día muy especial, lo entiendo. Ahora que volví al país lo estoy reviviendo. Los homenajes me encantan, pero para mí es un día más.
"Es maravillosa la estatua de Alvarez y Borges en Calle Corrientes. Paso y me encanta porque la gente lo siente más cerca, lo puede tocar y sacarse una foto. Me da mucha alegría de que la gente lo siga queriendo tanto".
-¿La vuelta a la Argentina te conectó más con él? ¿Lo sentís más presente?
-La verdad es que sí, se siente mucho más presente. Lo veo en todos lados, la gente me lo recuerda todo el tiempo. En el exterior me pasaba mucho que cuando la gente se enteraba quién era mi papá, me lo recordaba y me sorprendí por su llegada. No sabía que era tan internacional. Fue algo buenísimo para descubrir.
-¿Qué te genera pasar por la estatua de Alvarez y Borges en la calle Corrientes?
-Es maravillosa. Paso y me encanta porque la gente lo siente más cerca, lo puede tocar y sacarse una foto. Me da mucha alegría de que la gente lo siga queriendo tanto y que nuevas generaciones lo hayan descubierto. Es un enorme orgullo poder vivir eso.
-¿Qué se te viene a la mente al pensar en esa mañana?
-No la recuerdo, prefiero no volver a revivirla. No sé si me genera angustia, no lo sé... Porque no la revivo, no la pienso, no la analizo. Es sólo un día más, ya lo enterré. Estaba en Buenos Aires. en el colegio, y me enteré por un llamado telefónico.
-¿Cuál es tu último recuerdo con él?
"Me gusta que Martín Bossi vaya a representar a mi papá en la película. Yo también voy a trabajar. Voy a hacer de mi abuela cuando era joven, de la mamá de mi papá, Matilde".
-Las cenas, cuando hemos salido los dos solos a comer, o ir al cine. Son varios, pero compartir con él siempre fue muy simpático. No tengo uno en particular, tengo varios de ese verano.
-¿Sos de ir a llevarle flores (los restos de Olmedo están en el cementerio de la Chacarita) o creés que el homenaje pasa por otro lado?
-Creo que va por otro lado, la verdad es que no llevo flores.
-¿Qué dice tu hijo, Thiago, sobre el abuelo?
-Mira la tele y me dice: “Ahí está el abuelo”. Eso sigue pasando, lo tiene muy presente. Tiene una conexión muy especial con él, me habla bastante de su abuelo.
-¿Qué te parece que Martín Bossi vaya a interpretar a tu papá en el cine?
-Me gusta. Yo también voy a trabajar en esa película. Voy a hacer de mi abuela cuando era joven, de la mamá de mi papá, Matilde. Está buenísima la idea, tengo que leer el guión todavía pero me parece súper interesante. La oferta me la hizo Mariano (Olmedo, uno de sus cinco hermanos). Además, voy a seguir haciendo mi unipersonal El sueño americano... ¡de acá! como homenaje a él y tengo propuestas de llevarlo a Perú y a Paraguay, porque él fue famoso por todos lados.