Luego de cinco días de intensa búsqueda, el cuerpo de Naya Rivera fue hallado sin vida el lunes en el lago Piru, California. La actriz de Glee había alquilado un bote para pasear con su pequeño hijo Josey y, horas después de salir, encontraron la embarcación flotando a la deriva con el nene durmiendo en su interior y sin rastros de la mujer.
Tras la confirmación de su muerte, la familia habló por primera vez a través de un comunicado en el portal Deadline. "Estamos muy agradecidos por el flujo de amor y oraciones por Naya, Josey y nuestra familia durante la semana pasada", empieza el texto redactado por la representante de la artista, Gladys González.
"Mientras lamentamos la pérdida de nuestra hermosa leyenda, tenemos la bendición para honrar su legado eterno y espíritu magnético", sigue. Y agrega: "Fue un talento asombroso, pero una persona, madre, hija y hermana aún mejor".
La familia les agradeció “por su compromiso y esfuerzo inquebrantable” a las personas que participaron en la desesperada búsqueda. Y expresaron “infinita gratitud y ovación a la heroína que la encontró”. “Gracias a sus amigos, colegas y seguidores por su apoyo continuo", añadieron.
Este fin de semana, cuando las horas pasaban y la esperanza de encontrar a Naya con vida se extinguía, tanto la mamá de la actriz, Yolanda Rivera, como su hermano Mychal, su papá, George Rivera, y el padre de su hijo, Ryan Dorsey, se acercaron al muelle para seguir de cerca el operativo.