El regreso de Xuxa (55) a la Argentina fue motivo de alegría para sus fanáticos, muchos de los cuales fueron a recibirla como la ídola que es hasta el aeropuerto de Ezeiza. Ese fue el caso de Hernán Mondragón (40), cuyo corazón no resistió la alegría y los tumultos que se ocasionaron cuando la Reina de los Bajitos caminó por los pasillos de la terminal aérea y falleció de un infarto cardíaco.
Entusiasmado por el inminente arribo de la animadora infantil brasileña con la que ya había tenido breves encuentros a lo largo de los años, horas antes Mondragón expresó Facebook una frase que describía sus emociones y que, a la luz de los hechos, resulta escalofriante: “¡Voy a morir infartado, mañana!”.