A los 11 años Daniel Radcliffe (29) debutó en el cine como protagonista de la saga de Harry Potter y su popularidad creció al calor de las ocho películas que se lanzaron entre 2001 y 2011. Más allá de que a lo largo de su prolífica carrera acumuló una sideral fortuna que ronda los 100 millones de euros, según el ránking que elabora la revista Heat, la fama no fue puro goce para el niño prodigio.
"En mi caso, la forma más rápida de olvidar que estaba siendo analizado en todo momento por todo el mundo era estar muy borracho".
En el marco de los Premios de la Crítica de la Televisión en California, Radcliffe confesó: "No se imaginan cuanto puede abrumar la fama y estar tan expuesto". Y continuó: "En mi caso, la forma más rápida de olvidar que estaba siendo analizado en todo momento por todo el mundo era estar muy borracho. Y cuando estás borracho, piensas: 'Oh, la gente me mira aún más, pero es porque estoy tan borracho, así que tal vez debería beber más para ignorarlos aún más".
"Parece que por tener un gran trabajo y ser rico no tienes derecho a estar triste o incómodo".
Reflexivo, el actor afirmó: "No hay forma de salir de eso cuando empiezas tan joven. Es como cuando la gente habla de Justin Bieber. Yo les digo: 'Su vida debe ser muy loca ahora'. Parece que por tener un gran trabajo y ser rico no tienes derecho a estar triste o incómodo".
Al final, Daniel Radcliffe contó cómo logró liberarse del alcoholismo después de años y varios intentos: "Me desperté una mañana después de una larga noche y dije: 'Esto no está bien'. Cuando pienso en todo el caos, me digo que ahora estoy mucho más feliz".