Si hay alguien que sabe cómo resolver los problemas de la cocina argentina, ese es Ariel Rodríguez Palacios. El chef, docente y referente de la gastronomía nacional, hoy al frente de su restaurante “El Colmo - Alta cocina entre panes” en Palermo, compartió su técnica infalible para que el matambre salga tierno sí o sí.
El matambre es uno de los cortes más queridos, pero también uno de los más traicioneros: muchas veces, por más ganas y dedicación que le pongamos, termina quedando duro y chicloso. Ariel lo sabe y por eso no dudó en revelar su método, que no requiere ingredientes raros ni pasos complicados.

El paso a paso de Ariel para un matambre tierno
El chef arrancó con una recomendación clave: elegir un matambre con una fina capa de grasa blanca. “No tiene que ser gruesa, porque así sale más tierno. Igual, antes de cocinarlo, le saco la grasa para que no quede en el fondo de cocción”, explicó.
Después, detalló cómo preparar la asadera:
“Ponemos en la base cebolla, ajo, orégano y ají molido. Salamos el matambre de manera pareja, pero sin pasarnos. Lo acomodamos en la asadera y arriba le sumamos más cebolla, ajo y especias. Después, agregamos una taza de leche y una taza de vino blanco”.
El toque final es cubrir todo con papel aluminio y llevarlo a horno bajo, entre 140°C y 150°C, durante hasta dos horas. “Aunque esté tapado, el líquido se va a evaporar, así que a la hora y media conviene revisar y, si hace falta, agregar un poco más de líquido”, recomendó Ariel.
El truco de la cocción lenta y en húmedo
La clave de este método es la cocción lenta y en húmedo. Así, la carne se cocina despacio, absorbe los sabores y queda tan tierna que se corta sin esfuerzo. Cuando termina el tiempo de horno, el matambre está listo para disfrutar con su propio fondo de cocción o para llevarlo a gratinar con lo que más te guste:
- A la pizza, con salsa de tomate y muzzarella
- Estilo tex mex, con salsa, cheddar y un toque picante
- O simplemente solo, bien jugoso
“Con esta técnica, el matambre sale sí o sí tierno”, aseguró el chef, que una vez más demostró por qué es uno de los grandes maestros de la cocina argentina.