Una combinación irresistible de texturas, con una muzzarella fundida que se une al sabor intenso de los tomates secos en cada bocado.
Ingredientes
½ kg de queso muzzarella en barra.
100 g de tomates secos hidratados.
Aceite de oliva para humectar los tomates.
100 g de almidón de maíz.
3 huevos.
Sal fina y pimienta negra molida.
250 g de pan rallado.
300 cc de aceite de girasol.
Procedimiento
1) Para volver a hidratar los tomates secos, es necesario dejarlos simplemente en remojo durante unas horas hasta que resulten tiernos.
2) Cortar la barra de queso en lonjas cuadradas de medio centímetro de espesor. A estas cortarlas diagonalmente y obtener así triángulos de queso.
3) Entre dos triángulos de queso disponer una cda de tomates secos hidratados y picados generando una especie de sándwich.
4) Presionar bien con las manos a fin de que se prense lo mejor posible.
5) Salpimentar y pasar primero por almidón de maíz, el cuál ayudará a que el apanado no se despegue del queso, luego por huevo batido condimentado con sal y pimienta y por último pasar por pan rallado.
6) Presionar bien y mucho con las manos para fijar el pan rallado.
7) Llevar a la heladera durante al menos una hora para que el rebozado no se desprenda en la fritura y no se derrita el queso por acción del intenso calor del aceite.
8) Pasado el tiempo de frío, calentar aceite en una cacerola y freír de a una por vez las muzzarellas rellenas hasta que tomen un color dorado, retirarlas del aceite y escurrirlas sobre papel de cocina.
9) Condimentar con sal y si lo desean para consumir, mojarlas en salsa atomatada.
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