Inseguro, joven y con muchas dudas de sí mismo, así es el Batman de Robert Pattinson, que debuta este viernes en cines para aportar un aire detectivesco y realista a la saga del conocido superhéroe.
"Mi Batman escucha black metal noruego y música tecno todo el rato, creo que eso refleja muy bien su estado mental", bromeó el actor en una entrevista con Efe al imaginar cuáles son los gustos del personaje al que da vida en la gran pantalla.
Con un presupuesto de más de 100 millones de dólares, Warner Bros. ha confiado en la dirección de Matt Reeves y el carisma de Pattinson para relanzar la franquicia de DC Comics, tras los resultados irregulares que han cosechado cintas como "Justice League", "The Suicide Squad" y "Birds of Prey".
La nueva "The Batman" no muestra los orígenes del personaje como lo hizo "Batman Begins", pero sigue a un Bruce Wayne (la identidad real de Batman) treintañero, en su segundo año como superhéroe, que todavía comete errores y que está empezando a entender su faceta como protector de la ciudad de Gotham.
"Hemos trabajado en esta película durante tres años y el público ha mantenido el mismo nivel de interés durante todo el tiempo, y ahora que la estrenamos parece que tiene más ganas aún de verla, estoy muy agradecido", reconoció el actor, de vuelta en el cine comercial tras su periplo por el "indie".
Desde que Pattinson fichó por la saga, una de las más importantes del cine de superhéroes, dejó claro que tenía intención de imprimir su propio carácter.
Primero, llevó la contraria a los directores de casting al defender que un superhéroe podía ser delgado y, por tanto, no necesitaba esculpir su cuerpo en el gimnasio ni extremar la dieta para encarnar a Batman.
Luego, avanzó que su versión Bruce Wayne no sería la de un "típico playboy" y tendría que lidiar con muchos más traumas.
No es habitual que un actor se tome tantas licencias cuando asume un proyecto de estas dimensiones, pero el propio Pattinson admite que el fenómeno "Twilight" -que protagonizó con Kristen Stewart- le ha dejado un poso para saber cómo enfrentarse a las expectativas y manías de los seguidores.
"A veces necesitas esa energía de los fanáticos, que se peleen sobre lo que les gusta o no, es más emocionante que hacer algo que va a gustar a todo el mundo", razonó.
Fuente: EFE