Este 5 de noviembre, Netlfix estrena mundialmente la miniserie documental Carmel: ¿quién mató a María Marta?, basada en el caso policial que dividió opiniones en la Justicia y la prensa argentina y que 18 años después sigue impune. Con un formato que permite una mayor libertad para exponer las diversas hipótesis que rodearon -y aún rodean- el caso Belsunce, un equipo de expertos recopiló una cantidad inusitada de material audiovisual con entrevistas exclusivas a los principales protagonistas con un resultado impresionante.
El 27 de octubre de 2002, María Marta García Belsunce, una destacada socióloga de la alta sociedad, fue encontrada muerta en el baño de su casa, en un aparente accidente doméstico. Las dudas de la propia familia instaron al fiscal Diego Molina Pico a investigar sin imaginar lo que sucedería. Treinta y seis días después, una autopsia determinó que había sido asesinada de cinco balazos en la cabeza.
A lo largo de más de cinco años, el fiscal reunió evidencias y acusó a Carlos Carrascosa por el asesinato de su esposa y su posterior encubrimiento junto a dos hermanos de la víctima. Los acusados fueron hallados culpables, aunque luego fueron sobreseídos, y ahora el viudo espera la decisión final de la Corte Suprema de Justicia para que declare su inocencia. El caso trascendió los tribunales y los medios de comunicación para convertirse en parte del imaginario popular que le otorgó al hecho todo tipo de características, llegando a generar incluso nuevas instancias como la acusación por homicidio contra el exvecino Nicolás Pachelo y dos guardias del country, que esperan en la cárcel el inicio del tercer juicio del caso.
"Habría que preguntarle a Netflix por qué decidió estrenarlo a nivel global, pero para nosotros es un orgullo. Los protagonistas son personajes muy complejos y creo que eso se entiende en todas partes; y hay un crimen sin resolver", dijo el director.
En cuatro episodios de una hora, el director Alejandro Hartmann, la productora ejecutiva Vanessa Ragone –que hablaron en exclusiva con Ciudad- y un equipo de guionistas e investigadores logran desmenuzar uno de los casos más complejos de la historia policial argentina. Con abundante material de archivo, que cuenta incluso con experiencias paranormales, el documental se destaca por sus entrevistas a Carrascosa, Irene Hurtig, John Hurtig, Horacio García Belsunce y muy especialmente a Molina Pico, que fue esquivo con la prensa durante años.
-¿Cómo surge la idea de hacer este documental de un caso que todavía no tiene una resolución definitiva?
Alejandro Hartmann: -Era un caso que a todos nos fascinaba desde siempre. Nos resultaba muy atrapante, hablábamos y fantaseábamos con hacer una ficción, pero siempre quedaba en la nada. Hasta que hace unos dos años se sumaron al proyecto los guionistas Lucas Bucci y Tomás Sposato, y ellos aconsejaron hacer un documental. Y ahí a todos se nos aclaró el panorama y nos dimos cuenta de que ese era el camino correcto y buscamos transformar todo ese bagaje de interés y fascinación en un proyecto que le llevé a Vanessa y empezamos a hacerlo.
Vanessa Ragone: - Yo había seguido las alternativas del caso con cierta fascinación durante varios años y como productora también lo pensé como una ficción, aunque no le encontraba la vuelta porque me parecía que tenía ribetes tan particulares e incluso tan inverosímiles que no lo veía como ficción. Y tampoco se me ocurría quiénes podían encarnar a estos personajes, pero cuando Alejandro me trajo el proyecto para trabajarlo como una serie documental me pareció el formato ideal. Yo siempre lo había pensado como película y de hecho me aproximé a los crímenes en countries con Las Viudas de los jueves (2009) como productora. No era el mismo caso, pero el crimen en un lugar cerrado y todo el suspenso que generaba lo hicimos con Marcelo Piñeyro pero siempre terminaba desistiendo de la idea hasta que lo vi como documental y dije ‘esto es lo que tenemos que hacer’.Las personas que vivieron el caso son personajes con mucha profundidad y diversidad que me hacían ponerme en duda quién podría interpretar a Carlos Carrascosa directamente.
"lo que genera interés es el componente humano del caso. Hablamos hace unos días con unos periodistas mexicanos que conocieron el caso por el documental y estaban fascinadísimos. Hay muchos temas que están en juego: la vida en un country, los problemas con la Justicia, las dilaciones, la falta de claridad, los medios de comunicación", agregó la productora.
-En la serie hay muchas recreaciones. ¿Las filmaron en la casa en la que vivían María Marta y Carlos y que ahora pertenece al abogado Gustavo Hechem?
VR:- Es un secreto de estado, hay de todo un poco. Parte de la entrevista se rodó en la casa donde vivían Carrascosa y María Marta.
AH: -Hay partes que están filmadas en la casa y partes que no. Yo personalmente no hubiese ido a filmar la escena de la muerte en el baño de María Marta por una cuestión de respeto así que no lo hicimos.
-¿Cómo surgió la escena del hecho paranormal que relata la productora de Horacio García Belsunce en uno de los episodios?
AH: -Esa fue una sorpresa porque durante la investigación le hice una entrevista previa a ella porque era una persona que tenía mucha información al respecto y era muy interesante, y me guardé ese dato. Y cuando se lo planteé en el documental, ella se sorprendió porque no se esperaba que le fuese con esa pregunta.
-Al ser un caso muy local, de la Argentina. ¿Qué creen que le llamó la atención a Netflix para sumarlo a su catálogo de documentales? ¿Tiene cierta universalidad este caso?
VR: -Yo creo que lo que genera interés es el componente humano del caso, más allá de nuestra idiosincrasia. Hablamos hace unos días con unos periodistas mexicanos que conocieron el caso por el documental y estaban fascinadísimos. Nos decían ‘tenemos tantas cosas diferentes, pero tantas en común’. Y es que hay muchos temas que están en juego en el caso, algunos muy argentinos como la vida en un country, pero además hay problemas con la Justicia, las dilaciones, la falta de claridad, cómo juegan los medios de comunicación con la noticia: todos elementos muy universales en algún punto.
AH: -Habría que preguntarle a Netflix por qué decidió estrenarlo a nivel global, pero para nosotros es un orgullo. Obviamente, nos preguntamos cómo pegará en otros países pero es como dice Vane: los protagonistas son personas que en la serie se convierten en personajes muy complejos y creo que eso se entiende en todas partes; y hay un crimen sin resolver que es lo que llama la atención principalmente.
"Nicolás Pachelo está preso a la espera de un juicio por robo, y ahora está acusado del homicidio de María Marta por lo que solo pudimos hablar con su abogado. Por motivos que no especificaron, no quisieron hablar con nosotros".
-Lograron la primera entrevista a Diego Molina Pico, que siempre se caracterizó por su escaso contacto con la prensa. ¿Fue muy difícil convencerlo? ¿Cuánto duró?
AH: -No te voy a decir que fue muy difícil ni muy fácil: fue un proceso de acercamiento a él que inició Sol Mora, nuestra investigadora, y después me sumé yo para generar confianza. El objetivo era que entendiera la propuesta y la decisión fue enteramente suya. Hubo varios encuentros y tardó un tiempo en decidirse, pero él decidió que sea su momento.
-Hay muchísimos entrevistados, ¿hubo algún implicado o relativo a la causa que no quiso participar?
VR: -Nicolás Pachelo está preso y a la espera de un juicio por robo, y al mismo tiempo ahora está acusado del homicidio de María Marta por lo que solo pudimos hablar con su abogado, pero no se mostró interesado. Le explicamos lo mismo que a todos: que a mayor cantidad de voces, más ecuánimes podríamos ser, pero por motivos que no especificaron no quisieron hablar con nosotros.
AH: -Otra fue la masajista Beatriz Michelini, con la que hablamos un par de veces, pero tampoco se mostró interesada. Algo que unifica a los protagonistas por igual es que todos ellos la pasaron muy mal, todos sufrieron mucho pese al rol que hayan tenido. El propio Molina Pico fue un héroe en su momento y luego fue maltratado por la prensa. Todos fueron perseguidos y sufrieron la exposición mediática, y algunos otros sufrieron el asesinato de un ser querido. Ese es el contexto con el que nos encontramos, en el que a una mayoría le pareció que era el momento de hablar de esto.
-¿Cuánto tiempo tardaron en revisar el enorme caudal de material televisivo, radial y de prensa que hay al respecto y realizar la filmación?
AH: -Aproximadamente dos años. Tuvimos dos meses de rodaje y muchísimo tiempo de edición y de revisión de archivos. Mientras filmábamos y hacíamos la pre producción ya había gente revisando archivos y nos encontramos una cantidad bestial de material. Eso causó que en el montaje final nos encontráramos con un exceso de material y por eso el trabajo principal ahí fue encontrar qué íbamos a dejar y qué íbamos a quitar.
-¿No habrá una ‘versión del director’, entonces?
HA: -No, esta es la versión del director, te lo juro.