Aunque esperaban el papel de sus vidas, muchas estrellas en realidad nunca estuvieron a gusto con los roles que los catapultaron al éxito. Aquí, cinco figuras que pasaron por esa contradictoria situación.
1) Sean Connery: el actor odiaba al agente secreto 007. Y por más que James Bond le dio celebridad pero la estrella escocesa dejó el personaje en cuanto pudo. Finalmente regresó en 1983 con Nunca digas nunca jamás para interpretar a un 007 maduro.
2) Robert Pattinson: el actual Batman contó que detestó al famoso vampiro de la saga Crepúsculo que lo volvió famoso con solo leer el guión. No soportaba, dijo, que fuera "tan perfecto y, por ende, poco creíble".
3) Kate Winslet: su Rose en Titanic fascinó al público pero no a la propia actriz, quien además confiesa aborrecer hasta la canción del film.
4) Marlon Brando: figura controversial y de difícil caracter que no compartió el clamor de muchos para con su participación en Un tranvía llamado deseo. Una película que lo convirtió en la gran estrella del Actor's Studio y también en el icono sexual de aquellos años.
5) Carrie Fisher: pese a ser parte de un éxito y un clásico, Carrie Fisher nunca adoró del todo a la princesa Leia de Star Wars. Según cuentan, no le gustaba su vestuario y tampoco su icónico peinado, al igual que sus diálogos. Paradógicamente, fue el último papel de su vida.