Varios personajes de la farándula suelen protagonizar estos eventos patéticos, donde el doble discurso o la falta de sustento profesional los conducen al papelón propiamente dicho.
Uno de los mejores ejemplos fue Marianela Mirra. La joven siempre soñó con ser parte del medio, ganó un Gran Hermano, pasó olvidablemente por el Bailando y participó de una pobre producción teatral veraniega. Ese es todo su CV. Pero vino por más y volvió en febrero para comerse al mundo de la tele, pero éste la expulsó rapidito. Buscó conflicto por donde pasó, con ese discursito gastado del "mundo contra mí". Y tirando misiles sin sentido, finalmente la bomba le estalló en su propia cara. Más allá de eso, ¿qué era lo que tenía para ofrecer esta ex mediática? ¿Qué? ¿Tweets? Con eso no alcanza.
Algo similar ocurre con la excelente actriz Mercedes Morán. En este caso, la protagonista de Guapas posee un talento indiscutible para la interpretación. Ahora, cuando no dice letra ajena, suele generar polémicas innecesarias. La última, contra los panelistas (y no es la primera vez que desprecia al periodismo, antes lo había hecho con el mundo del chimento). La pregunta sería: ¿qué formación profesional o qué tipo de conocimiento tiene? ¿Esta actriz es experta en el funcionamiento de los magazines o programas de debates? ¿Se habrá preguntado por qué la gente consume estos programas y no las miles de ficciones subsidiadas por el estado? Esos son debates de los que los actores suelen ausentarse. Solo hablan desde su púlpito, ¿pero con qué autoridad pueden despreciar a otros profesionales?
En otro estilo de mamarracho, apareció el ciclo 90 días o menos. Quizás, el peor programa de las últimas temporadas. El intento fue hacer humor sobre la tele. Para eso convocaron a Dalia Gutman y Darío Barassi, que sólo con su simpatía lucharon contra lo imposible. La soberbia de pensar que ciertos géneros son fáciles, los llevó a la previsible catástrofe. El ciclo le hizo perder al canal más del 60% de público en ese horario y hundió a Telenueve, dejándole bajísimos guarismos. Y por este récord, fue que ni siquiera llegaron a la mitad de la apuesta . Fueron sólo... días.
Así podrían apilarse varios ejemplos más: como el marketing de las revistas de Carmen Barbieri (en este caso, la falsa renuncia de Vicky Xipolitakis), el colorido notero Roberto Funes insultando a compañeros para luego sentarse en el ciclo despreciado, o Bam Bam Morais perdiendo un juicio con Susana Giménez por no poder probar el affaire, que había asegurado haber protagonizado con la diva.
La lista podría ser eterna, pero sería otro mamarracho más.